Tristeza tras una ruptura

Es normal sentir tristeza tras una ruptura pues es un proceso que va de menos a más mejorando la situación sentimental y emocional de la persona al terminar una relación sentimental.

Lo que es infrecuente es que una persona que finaliza una relación sentimental no sienta un proceso de tristeza natural que poco a poco vaya diluyéndose a medida que va pasando el tiempo y que va superando los efectos de la ruptura.

En muchos casos tiene gran incidencia el hecho de que sea la persona que ha decidido dejar la relación o que sea la persona que no lo ha decidido pero por lo contrario le viene impuesta de parte de su ex pareja.

Lo más importante es mantener el respeto mutuo pues está demostrado que en muchos casos una ruptura cordial puede suponer que en el futuro la relación sea amable e incluso que pueda haber una futura reconciliación.

En ocasiones la tristeza tras una ruptura viene derivada de la finalización de todo aquello que llevaba aparejada la pareja coma como puede ser la calidad de vida coma la estabilidad emocional, o incluso el afianzamiento social y seguridad que genera tener una pareja.

Debemos de partir de la base de que toda persona es independiente y debe de tener vocación de ser feliz de manera individualizada, sin perjuicio de que empareja pueda serlo más,  pero sin dependencia a esa relación sentimental.

Es por ello que si usted a finalizado su relación de pareja no debe de percibir como algo extraño el hecho de que tenga sensación de apatía tristeza o nostalgia de lo que era su pareja pues es perfectamente normal.

Tristeza tras una ruptura

Lo que habrá que valorar será el por qué de la ruptura y si es definitiva o por el contrario existe algún tipo de esperanza de poder retomarla más adelante.  Aunque finalice la relación de pareja siempre nos quedan los recuerdos y el aprendizaje de haber madurado y tenido unas experiencias muy valiosas que nos pueden ayudar a continuar con nuestra vida juntos o separados. Lo que no debemos es dramatizar aún más la ruptura pues de ser así estaremos potenciando un proceso de depresión que sí podemos intentar controlar ya sea de manera propia o con ayuda de profesionales como son psicólogos o terapeutas.

Toda ruptura es un cambio de vida pero es nuestra responsabilidad poder cambiar que sea razonable o aún más desagradable. Si nos dejamos llevar por la desesperación de la ruptura estaremos potenciando aún más los efectos negativos de la ruptura y estaremos limitando las posibilidades de que nuestra vida posterior pueda caminar sobre los pasos de la superación la positividad y la mejora personal.

Ya de por sí solo es complicado superar una ruptura como para que nosotros mismos no pongamos todo aquello que está en nuestra mano para superarlo no es cosa fácil pero sí que debe de ser el objetivo que con mayor o menor esfuerzo y mayor o menor tiempo conseguiremos sin lugar a dudas.

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